Una de las enfermedades más comunes que se pueden padecer a raíz del contacto con la procesionaria es la urticaria. Es un grave problema de salud que debe ser atendido con prontitud. Los nidos de procesionarias cada día son más comunes en lugares en los cuales no eran habituales. Y la urticaria por picadura de procesionaria, podría convertirse en un problema grave.
Son los mismos cambios climáticos los que han obligado a que esta situación se presente. Y por ende, reconocer cómo podemos atender estos padecimientos es imprescindible. Sobre todo si en nuestro grupo familiar tenemos a niños que les encanta jugar al aire libre.
La llegada de las procesionarias a las zonas urbanas
Aunque parezca increíble, las procesionarias son animales comunes que se anidan en los pinos. Sin embargo, actualmente es posible encontrar estos pequeños animales en zonas urbanas en las cuales no eran común verlos. Todo se debe a los cambios climáticos que están sufriendo nuestros ecosistemas. Por lo que reconocer estos nidos y su forma de reproducción es vital para poder tratarlos adecuadamente.
Las orugas son insectos que se conocen por consumir a los pinos íntegramente. Llegando al punto de agotar al árbol en sí. Y cuando este entra en contacto con animales o personas puede causar alergias graves. Entre las enfermedades que desarrolla se encuentra la urticaria. Que al no ser tratada puede ocasionar daños graves en el cuerpo.
Ahora bien, la procesionaria ha ampliado su campo de acción, logrando ubicarse en las zonas urbanas. Lugares que no eran característicos de este animal. Ha sido el aumento de las temperaturas frías los que han proporcionado el ambiente perfecto para que se aniden.
Urticaria por picadura de procesionaria: medidas de prevención
En primer lugar, es importante conocer cómo acabar con los nidos sin entrar en contacto con el veneno de las procesionarias. Que si bien no es fatal, causa ciertas enfermedades muy molestas en el cuerpo. Una de estas es la urticaria por picadura de procesionaria. Enfermedad que se caracteriza por presentar edemas en toda la piel. Acompañada de prurito que se generaliza en todo el cuerpo.
El cuerpo puede llegar a invadirse de ronchas rojas, logrando que toda la piel se inflame. Esta enfermedad debe ser atendida en muchos casos, ya que puede desarrollar una inflamación en las vías respiratorias. Las orugas contienen vellos que pueden extenderse e incluso salir del cuerpo de la oruga. Y trasladarse por medio del viento y picar a un cuerpo sin la exposición directa.
Causando lesiones y reacciones alérgicas que deben ser tratadas. Adicionado al contacto con vías respiratorias y el contacto con los ojos. Causando inflamaciones en las vías aéreas y conjuntivitis. Una de las maneras más eficientes de atacar sus nidos es con la ayuda de un profesional en el área de las fumigaciones.
Así mismo, se debe retirar los nidos con sumo cuidado de no entrar en contacto con el insecto. De igual manera se pueden colocar plásticos pegantes en las bases de los árboles para que las orugas al bajar de sus nidos queden allí.
¿Qué debemos hacer ante la picadura de este insecto?
En primer lugar, se debe mantener la calma y mantener al cuerpo quieto. Si has entrado en contacto con el insecto. Debido a que el veneno se traslada lentamente si nos encontramos en esta posición. Si la oruga está en el cuerpo se debe retirar con unas pinzas o una cinta pegante. Pero jamás debemos entrar en contacto directo con el animal. Se debe lavar muy bien la zona, con jabón y agua caliente.
Se puede colocar pomada de anestesia tópica y consumir analgésico. Al igual que podemos consumir un antiinflamatorio para aliviar el ardor y el prurito. En caso de que se sienta dificultad para respirar, se debe acudir a emergencias de inmediato. Podemos aplicar en casa una mezcla de bicarbonato de sodio con agua en la zona en que se haya producido la picada. Así mismo, aplicar lociones con mentol o aloe vera podrían ayudar.